Peaje del Puente de Lisboa del 25 de abril: precios y curiosidades

El Puente de Lisboa es uno de los emblemas de la ciudad lusa. Atraviesa el río Tajo, uno de los más importantes del país y es transitable con el coche, aunque para pasar de un lado a otro hay que pagar un peaje.

El llamado Puente de Lisboa o Puente 25 de Abril, une la ciudad de Almada al este y el barrio de Alcántara al oeste.

Su silueta salta a la vista, y se puede apreciar desde las distintas alturas de la capital. Su función principal es la de servir de entrada a la ciudad, y de peaje para todos aquellos que cruzan Portugal de norte a sur.

Vamos a contarte varias curiosidades sobre el Puente de Lisboa para que sepas un poco más del lugar la próxima vez que pagues el peaje.

¿Cuánto cuesta el peaje del puente?

Su construcción comenzó en los años 60 y en un principio el peaje iba a estar activo unos 20 años para pagar las propias deudas que generó hacerlo, pero lo cierto es que a día de hoy la tarifa sigue vigente para poder realizar el paso.

Las tarifas actualizadas en 2024 están disponibles en la propia web del puente (luso ponte en portugués):

• Los turismos clase 1, los más frecuentes, deben de abonar un peaje de 2,10 euros.
• Los de clase 2, que suelen ser ya vehículos grandes como caravanas o furgonetas, pagan 4.60 euros.
• Los de clase 4 pagan 6,20 euros y los de clase 4 el coste es de 8,05 euros.
• Para las motocicletas o clase 5, el precio es de 2,10 también.

*Si se utilizan las tarjetas Vía Card o Vía Verde, hay un descuento en el peaje.

*Sólo se abona este peaje si vas en sentido norte, que es la opción más demandada para salir de la ciudad.

Si viajas a Portugal, es muy probable que utilices el Puente de Lisboa para acceder a las famosas playas de la costa de Caparica, y gracias a su plataforma inferior, el ferrocarril llega hasta Alentejo, o el popular Algarve, al sur del país.

Historia del Puente de Lisboa

El famoso Puente 25 de Abril empezó como un proyecto de finales de los años 50, que finalmente alcanza la viabilidad gracias a la inversión del capital estadounidense, en concreto de la compañía United States Steel International.

Las obras empezarían el 5 de noviembre de 1962. Durante su construcción, llegaron a intervenir 14 empresas, siendo 11 de ellas compañías portuguesas.

Se sabe que algunos días coincidían además hasta 3000 trabajadores distintos en total, si contamos cualquiera de las secciones de la obra.

Se dio prioridad al tráfico de automóviles antes que al de ferrocarriles, adaptando el puente para ofrecer este servicio primero, y así poder unir las dos orillas del Tajo.

Durante todo este proceso, el Laboratorio Nacional de Ingeniería Civil portugués colaboró en distintos aspectos clave. En los años 90 se van añadiendo más vías para el tren, hasta llegar a 6 pares distintos en 1998.

En la actualidad el puente es gestionado por un consorcio internacional europeo llamado Lusoponte, en el que participan empresas portuguesas. Son responsables del Puente Vasco da Gama.

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