¿Qué ocurre con las cuentas bancarias de personas fallecidas?

Cuando una persona fallece hay un proceso legal que se lleva a cabo para garantizar que los bienes del difunto o se distribuyan de manera justa.

En primer lugar, es importante señalar que existen diferentes formas de propiedad de las cuentas bancarias. Algunas cuentas están a nombre de una sola persona, mientras que otras cuentas pueden ser conjuntas con otra persona. También hay cuentas que pueden estar en fideicomiso o tener otros arreglos de propiedad.

En el caso de las cuentas bancarias a nombre de una sola persona, el proceso legal es relativamente sencillo. Si el titular de la cuenta ha fallecido, el banco deberá ser notificado de inmediato. El banco congelará la cuenta y, a menudo, requerirá una copia del certificado de defunción antes de proceder.

¿Qué hace el banco?

A continuación, el banco buscará un representante legal del fallecido, como un albacea o un administrador de bienes, para determinar cómo se distribuirán los fondos de la cuenta. El representante legal deberá presentar la documentación necesaria al banco y solicitar la distribución de los fondos de la cuenta.

¿Qué deberían hacer los familiares del difunto?

Si la cuenta bancaria está en fideicomiso, las cosas pueden ser un poco más complicadas. Un fideicomiso es un acuerdo legal en el que el fideicomitente (la persona que establece el fideicomiso) transfiere la propiedad de sus bienes a un fideicomisario (una persona o entidad) para su administración en beneficio de los beneficiarios, además de que los familiares del fallecido deberían acudir a la Administración Tributaria, que dispone de los rendimientos financieros comunicados por la entidad o entidades donde tuviera cuentas

En este caso, el fideicomiso debe tener un sucesor o un plan de distribución de los fondos en caso de fallecimiento del fideicomitente. Si el fideicomitente ha fallecido, el fideicomisario deberá seguir las instrucciones del fideicomiso en cuanto a la distribución de los fondos. . Según el Registro de Notarios, cerca del 14% de los herederos rechazaron sus herencias por no poder afrontar los impagados e impuestos en el último año, un porcentaje que apenas representaba el 4,7% en 2008.

Cuentas conjuntas

En el caso de las cuentas conjuntas, el proceso es un poco más complicado. Si un titular de una cuenta conjunta fallece, el otro titular de la cuenta tendrá acceso completo a los fondos de la cuenta, ya que la propiedad se transfiere automáticamente al otro titular.

En conclusión

Cuando una persona fallece, sus cuentas bancarias quedan bloqueadas hasta que se resuelve la sucesión. En el caso de las cuentas conjuntas, el banco procederá a bloquear la parte correspondiente a la persona fallecida y la mantendrá en una cuenta separada hasta que se resuelva la sucesión. Es importante comprobar si la persona fallecida había contratado productos financieros asociados a la cuenta bancaria y si había designado beneficiarios para estos productos. En caso afirmativo, el dinero se distribuirá entre los beneficiarios directamente. En cualquier caso, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado

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