Aprende a fabricar jabón como el de El club de la lucha

Sin duda El club de la lucha fue una película innovadora que marcó una época. Su carácter reflexivo, ritmo vibrante y estética diferente dejó a todo el mundo con la boca abierta. Incluso el recurso de la fabricación de un jabón muy especial, para autofinanciarse los protagonistas, se convirtió en un mito urbano que muchos aún creen. 

La película dirigida por David Fincher, cuenta la historia de un hombre de éxito (Edward Norton) pero con una vida que detesta, el cual conoce a Tyler Durden (Brad Pitt), totalmente opuesto, que le convence de que lo importante son las experiencias vividas, no el dinero. De pronto da un giro a su vida y crean El club de la lucha, formado por gente que rechaza lo establecido y usan la violencia entre ellos para perder el miedo al dolor físico, el rechazo de la gente o a la angustia emocional. Un camino de autodestrucción que llevará  a su protagonista a un final inesperado. 

Para financiarse, los protagonistas fabrican un jabón muy peculiar. El jabón del club de la lucha está hecho con grasa humana que obtienen de las liposucciones. Lo que sería una soponificación, transformación de un cuerpo graso en jabón, muy sui generis. Cinematográficamente hablando el resultado es espectacular, pero a nivel real no deja de ser una licencia literaria de los guionistas, que a su vez adaptarían de Chuck Palahniuk, el autor del libro.

El éxito del jabón de la película fue tal que a día de hoy se sigue vendiendo en internet, aunque obviamente elaborado de otra manera, con glicerina y perfumada para hacer más agradable su uso. Además de su color rosa, el jabón comercializado está sacado del mismo molde que se utilizó en la producción de la película. 

No obstante, si estáis interesados en fabricar jabón vosotros mismos podéis hacerlo sin necesidad de utilizar gran cantidad de medios. 

 

Tan solo hacen falta los siguientes ingredientes:
 

 

1.# Volcamos en el recipiente la sosa cáustica y le añadimos el agua. Hay que tener cuidado de no salpicarnos, ya que la sosa cáustica puede producirnos quemaduras en la piel.  

2.# Poco a poco vamos añadiendo el aceite, sin que dejemos de dar vueltas con la cuchara de madera. Debemos estar así más o menos una hora, hasta que se forme una pasta espesa de color blanquecino.

3.# Lo dejamos reposar un par de días. Para que tenga un buen olor, se le pueden añadir aceites esenciales de fresa, limón o el gusto que queramos. 

 

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